martes, 16 de julio de 2013

El Coaching: una necesidad

Yo estoy de acuerdo con la lectura de que el hombre se ve constantemente sometido a presiones que le obligan a cambiar, tanto en lo individual como en lo social, durante toda su vida.  Por tanto, la transformación es una necesidad, que puede ser acogida con el mayor entusiasmo o con la máxima resistencia. Sin embargo, tenemos la paradoja de que para seguir siendo uno mismo debemos estar dispuestos a transformarnos. Y puesto que se trata de una necesidad ineludible, será mejor acometer esa transformación con un espíritu positivo. Ya no alcanza sólo con el aprendizaje técnico o específico, tenemos que desarrollar nuevas actitudes y formas de ser y de estar que nos permitan movernos con agilidad, eficiencia y bienestar en una realidad siempre cambiante y siempre nueva. Para el ser humano, el cambio forma parte de la vida, al igual que ocurre con las demás especies; pero, nosotros contamos con la voluntad, con una gran capacidad para aprender y superarnos, somos capaces de poner todos nuestros recursos al servicio de nuestros propósitos y aspiraciones y, aun así, en la mayoría de los casos percibimos el cambio con aprensión. Tenemos un ejemplo de la inexorabilidad del cambio en una propia biografía, ya que todos hemos pasado forzosamente por múltiples transformaciones.
Hoy en día se tiende a dar al coaching el sentido de entrenamiento. El coach es el que nos ayuda a encontrar el camino, a eliminar obstáculos y a sacar el mejor partido a nuestras capacidades. Como en la lengua española no existe una palabra que sintetice fácilmente esta idea, se ha adoptado la palabra inglesa “coaching”. El coaching es el arte de facilitar el desarrollo  potencial de las personas y de los equipos para alcanzar objetivos coherentes y cambios en profundidad.

El coach surge como una necesidad ante situaciones personales y laborales que hacen aconsejable la presencia de un profesional para acompañar el proceso de transformación de una persona. Se preocupará por la integridad personal y social de su cliente, facilitará la creación de redes, la adhesión a objetivos comunes y la planificación sistémica. Los temas sobre los que volverá el coach de forma recurrente a lo largo de su labor serán: Los valores, las relaciones y la coherencia. El coach acompaña a individuos, grupos y/o organizaciones en sus procesos de cambio, enseñando a inventar herramientas y soluciones que faciliten un “renacer” personal, profesional y organizacional. Enseña a su cliente a tener una visión de futuro, al tiempo que le aporta herramientas, modelos y métodos para la resolución de problemas. El coach debe amar el cambio. 

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